Me han llamado muuuuchas cosas en mi vida, sólo por la ropa que llevaba puesta. Una de las primeras que recuerdo es macarrón con tomate, que me lo llamaban los mayores en el cole cuando iba con mi abrigo rojo en invierno... También me han llamado aceituna, platanito, roquera, hippie, heavy, bollera, chunga... ¡espantapájaros!! ¡Sí, espantapájaros! Eso fue mi madre, todo un detalle por su parte, ajaja. Aunque la mejor de todas ha sido hoy: mi profe de multimedia (el culpable de éste blog) me ha llamado silvestre, ajaja. Me ha hecho mucha gracia.
Yo, realmente me limito a ponerme lo que me apetece y me gusta, lo que me hace sentirme cómoda conmigo, y al que no le guste que no mire que me importa muy poco si a los demás les mola o no lo que me he puesto hoy.
No me considero ninguna de estas cosas que me llaman, aunque tampoco me molesta. Creo que las personas tenemos mucha más profundidad de lo que pueda parecer a primera vista. Aunque pueda parecer hippie a primera vista a lo mejor mi mente va mucho más lejos, a donde lo gótico. O a lo mejor parezco heavy y mis ideas son de lo más hippie. Yo sólo me quedo lo que me gusta de todo lo que veo y conozco, y estoy segura de que me queda bastante por conocer. Al final la mezcla puede ser algo rara, pero no queda tan mal. Eso de encasillarme como Emo o pija o punky o como lo que sea no va conmigo, me parece estúpido. No sé si me explico...así que no me voy a enrollar más.
Ahora tenéis mi permiso para seguir llamándome cosas, a ver quién me da la próxima sorpresa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario